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Hace doce años, Luis Rafael de Paula Valenzuela estaba en el mejor momento de su carrera en el béisbol profesional. El joven dominicano jugaba con los Leones del Escogido y fue contratado en las Ligas Menores por el equipo Rays de Tampa Bay. Pero pocos años después de este gran acontecimiento, cometió un error que le cambió totalmente la vida y que trajo consigo otras muchas desgracias. El prospecto que podría llegar a ser una estrella de Grandes Ligas, ahora es un reo de la cárcel La Victoria que se debate entre la vida y la muerte.
Viviendo en Estados Unidos, De Paula Valenzuela se casó “por negocio” con una compatriota. El suceso fue descubierto por las autoridades estadounidenses, quienes le revocaron la visa y ya no pudo regresar a esa nación.
Pero otro suceso, aún peor, se vislumbraba para este joven. Producto de un golpe en la cabeza que recibió con una pelota cuando todavía era jugador, De Paula Valenzuela empezó a padecer de problemas mentales, los cuales se agravaron con su regreso al país y al ver que sus sueños se habían truncado.
Según consta en un informe expedido el 25 de julio del pasado año por la doctora Alma C. Brito, médico psiquiatra y terapeuta familiar de la Clínica Cruz Jiminián, De Paula Valenzuela estaba siendo tratado desde el día cuatro de enero del 2012, por presentar ideas de daño, por llorar con frecuencia, padecer insomnio, anorexia, anhedonia y no tener control de sus impulsos.